Ahora que ya hemos vuelto, despiertos del sueño de Copa tras caer en el Bernabeú, eso sí, dignamente y ver como un arbitraje lamentable permitió que subieran al marcador tres goles que no debieron hacerlo.
Llevar 17 autobuses entre semana para animar a un equipo es algo que pocos equipos pueden hacer, y demuestra que el murcianismo está más vivo que nunca, y es que el ambiente que se vivió en el viaje y en el Bernabeú fue increíble.
Subir al autobús y empezar a cantar pese a que sabes que aún te quedan muchas horas, pero las ganas, la ilusión se palpaban en el ambiente, como en cada viaje conoces gente, compañeros de grada, os contáis historias, y se sigue cantando, se canta mucho.
Y llegar al Bernabeu, y seguir cantando sin parar mientras ves que el público local permanece callado, atónito de ver lo que el Real Murcia en Segunda B es capaz de mover, y cuando la derrota era inevitable, cantar aún con más fuerza "Ganando, perdiendo, te seguimos queriendo" en una demostración de amor incondicional, incluso después de terminado el partido.
Acabar sin voz, y recuperarla para volver a perderla el próximo partido... hay quien nos llama locos por seguir al Murcia en Segunda B, ¡qué pena! nunca lo entenderán, nunca vivirán algo como esto.
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