Una vez más, Región Grana viajó con el equipo, en esta ocasión representada por Pablo, el presidente, y los miembros de La Qu
inta, el destino era Elche, con el objetivo de ver un clásico, un Elche - Real Murcia, y es que estos partidos siempre son especiales, y una vez más, la afición respondió, como ya hiciera en Alicante o Valencia, y a los tres autobuses de las peñas y el autobús de Ultras Murcia, se unieron decenas de coches, entre ellos el nuestro, ya que esta vez no fuimos en autobús para conseguir que unos mil murcianistas animaran sin cesar a nuestro equipo.
Y es que la afición del Real Murcia nunca falla cuando el equipo la necesita, y, de hecho, fue nuestra afición la que dió colorido y vida al Martinez Valero, que tuvo una entrada bastante pobre.
Nada más llegar a la ciudad de las palmeras, con La Parranda a todo volumen y las ventanillas bajadas, empezaban a verse camisas granas dispuestas a animar al Real Murcia, y en el gallinero, fue el acabose; como ya es tradición, se cantó La Parranda al salir nuestros jugadores, y de hecho se repitió varias veces, también fue un gran momento cuando se cantó el Himno del Centenario, o algunos Rojiblancos o gritos de Murcia, Murcia, y junto a eso, los típicos cánticos contra el Elche.
Y en lo que respecta al
partido, nuestro equipo mereció mucho más que un simple empate, ante un Elche que sólo tiró dos veces a puerta; el Real Murcia empezó adelantándose, con un gol de Ranko, que luego se llevaría la ovación del día, y es que su lucha y entrega no pueden pasar desapercibidos, y tras el gol los mejores momentos del Real Murcia con grandes triangulaciones, y un gol legal anulado al Real Murcia, que podría haber sentenciado el partido, y, después, el típico gol tonto, ese que no sé porqué sólo nos meten a nosotros, un disparo a puerta del Elche, dió en el palo, el rebote golpea en la cabeza de Elía y el balón se mete en la portería.
Decir que después de ese gol al filo del descanso, seguimos animando aunque el marcador ya no se movería; al acabar el partido, se nos tuvo encerrados hasta que se vació todo el estadio y el aparcamiento, ante las protestas de la gente.
En definitiva, el Murcia sumó un punto más, pero da la sensación de que perdimos dos.
Y es que la afición del Real Murcia nunca falla cuando el equipo la necesita, y, de hecho, fue nuestra afición la que dió colorido y vida al Martinez Valero, que tuvo una entrada bastante pobre.

Nada más llegar a la ciudad de las palmeras, con La Parranda a todo volumen y las ventanillas bajadas, empezaban a verse camisas granas dispuestas a animar al Real Murcia, y en el gallinero, fue el acabose; como ya es tradición, se cantó La Parranda al salir nuestros jugadores, y de hecho se repitió varias veces, también fue un gran momento cuando se cantó el Himno del Centenario, o algunos Rojiblancos o gritos de Murcia, Murcia, y junto a eso, los típicos cánticos contra el Elche.
Y en lo que respecta al

Decir que después de ese gol al filo del descanso, seguimos animando aunque el marcador ya no se movería; al acabar el partido, se nos tuvo encerrados hasta que se vació todo el estadio y el aparcamiento, ante las protestas de la gente.
En definitiva, el Murcia sumó un punto más, pero da la sensación de que perdimos dos.
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